
Cuando las personas comienzan a decir que fueron muy felices en el pasado o a relatar anécdotas de lo que vivieron en su niñez, casi siempre terminan llorando nostálgicamente por lo que consideran fue el mejor tiempo de su vida. Normalmente las escucho sin interrumpir y cuando se quedan calladas derramando lagrimas amargas, les pregunto ¿Te gustaría hacer un viaje al pasado? Al escuchar la pregunta generalmente se liberan y lloran con mas fluides. Luego recibo algunas de las respuestas mas comunes, “Si, pero es imposible.” “Si, pero no se puede.” Mientras me observan con incredulidad o esperando a que mágicamente los transporte al pasado para que puedan volver a encontrar la felicidad que anhelan y que se quedo perdida en su mundo de antaño.




En el momento que Eva y Adán comieron del fruto prohibido, abrieron sus mentes al conocimiento de las artes, la ciencia, el descubrimiento, la sabiduría, la libertad de poder elegir entre el bien y el mal; trayendo sobre si la consecuencia de que sus cuerpos inmortales fueran transformados a un estado mortal y temporal de vida. En otras palabras, permitieron que la muerte comenzara a formar parte de sus vidas.
Durante los últimos meses solo he recibido cartas, mensajes, noticias y sentimientos que expresan tristeza, dolor, sufrimiento, desesperación, incomprensión o soledad. Y quisiera recordarles que para no olvidar a los seres queridos que han partido en un viaje sin retorno, de regreso a un mundo espiritual donde pueden descansar hasta que nos volvamos a reunir con ellos. Solo tenemos que recordar los momentos felices, los detalles cariñosos, los regalos recibidos, las muestras de amor, los viajes, las fiestas, las enseñanzas y los días llenos de luz que hayamos podido compartir para sentirnos unidos a ellos, pero dejándolos volar libres como el viento hacia un mundo lleno de sol, esperanza, sabiduría, donde se puede descubrir que no morimos para siempre, porque nos atan lazos inquebrantables de AMOR ETERNO.

He escuchado repetir esta frase incontablemente durante todos los años de mi vida, especialmente cuando se quiere utilizar como una excusa, afirmación o negación de un echo realizado que no tiene justificación razonable. También cuando existe un comportamiento negativo, caprichoso, desobediente o simplemente irresponsable.

