REJUVENECIENDO

Muchos han sido los que a través de la historia han escrito acerca de la búsqueda incansable del Elixir de la Vida que puede dar como resultado la Eterna Juventud.  Piratas, filósofos, alquimistas, científicos y devotos creyentes han realizado grandes descubrimientos químicos tratando de crear la poción exacta que pueda alargar la vida del ser humano; o se han embarcado en la búsqueda terrenal que los lleve al lugar exacto donde se encuentra tan ansiado tesoro.

Los muchos cuentos o historias que he leído al respecto visualizan ese brebaje creado por los dioses como un líquido mágico, capaz de devolverle la juventud a quien se lo tome.  Yo siendo un niño que vivía en un mundo imaginario con el poder de conquistar cualquier quimera, lo visualizaba como un líquido incoloro, insaboro e inodoro; perfectamente conservado inalterable a través de todos los tiempos en una diminuta botella de cristal azul.  Escondida en el centro de un cráter de volcán donde la luz del sol reflejada sobre la luna lo iluminaba cada noche. 

En mi adolescencia cambié la visualización del elixir de la vida, cuando comencé a escribir mi libro titulado “El Aguanima de Peten”. También cambie su ubicación basada en los relatos que de niño escuche acerca de los tesoros mayas existentes en el corazón de la selva Petenera en Guatemala.  Así que, mesclando la realidad con la fantasía, el elixir de la vida se convirtió en un aceite extraído del fruto del árbol de la vida, que creció lejos del jardín de Edén a través de una semilla que Lucifer se robó, antes de que Jehová lo resguardara con querubines y una espada encendida.   

Son muchos los trayectos que se han recorrido en la búsqueda del elixir de la vida.  Son muchas las descripciones de tan mágico brebaje. Son incontables las aspiraciones y los sueños de grandeza que se forman con el hecho de pensar que se pueda poseer tan anhelado tesoro.  Con el paso de los años siendo ya un adulto que continua inmerso en un mundo fusionado, donde la realidad y la fantasía emergen para dar vida a un mundo de sueños, he descubierto que existe la ETERNIDAD en nuestra VIDA.

Mi fórmula secreta, revelada hoy en este día para crear el Elixir de la Vida, donde el ingrediente principal que le da fuerza y consistencia al centro del alma misma se llama RENOVASION.  Porque el cuerpo rejuvenece cuando se renueva a si mismo después de haber sido herido.  Renovarse después de haber enfrentado la adversidad es fundamental para clarificar los sentimientos; como se trasforma un trapo viejo en una hermosa funda para albergar la almohada sobre la cual descansan nuestros sueños.  La renovación trae consistencia de carácter para fortalecernos en nuestras debilidades.

El segundo ingrediente es la RISA, poque la risa desintoxica los músculos atrofiados del cuerpo, elimina pensamientos inapropiados, borra sentimientos adversos y es la música que necesita oír nuestro cerebro.  La risa rejuvenece nuestros rostros a través de la alegría que ilumina nuestros ojos.

La ACEPTACION es el tercer ingrediente en mi lista.   Aceptar que todo tiene un principio y un final. Aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos.  Aceptar que con Fe, Convicción y Perseverancia podemos cambiar vanas actitudes o corregir errores para que nuestro estado de ánimo rejuvenezca a nuevas oportunidades.

EMPATIA para dar y recibir de todo lo bueno que exista en nuestra vida.  A través del servicio nacen nuevas emociones y se renuevan las que están adormecidas.  Dándonos la oportunidad de rejuvenecer aquellas emociones que considerábamos perdidas.

Un ingrediente más en mi personal fórmula secreta.  El ingrediente que balancea a todos los demás. Es el ingrediente más extraordinario, complejo y a veces difícil de encontrar.  Pero que tiene la capacidad de fortalecer a cada uno de los órganos de nuestro cuerpo, porque su naturaleza es la esencia de la vida misma y debe de ser colocado con todas las precauciones necesarias para que la formula del Elixir de la Vida funcione.  Ya que es una combinación perfecta de AMOR, FE Y ESPERANZA.  Este ingrediente final posee la capacidad de hacer rejuvenecer a nuestros cuerpos, renovándolos a Vida Eterna. 

El quinto ingrediente es “CREER”.  Creer en nosotros mismos. Creer que la vida es solo un momento y por ello hay que atesorarla para vivirla bien. Creer que las familias son eternas.  Creer en Jesucristo que es el agua viva de una eterna fuente con el poder de saciar para siempre la sed de quien la bebe. Porque Jesucristo mismo es la Fuente de la Eterna Juventud y el ELIXIR DE LA VIDA.