
En una relación de pareja indiscutiblemente siempre van a existir desacuerdos, enojos, reclamos, celos, confusiones, olvidos y probablemente reclamos o regaños. Cuando se discute un problema en pareja casi siempre se culpan uno al otro, porque en una relación de pareja se involucran sentimientos, emociones y pasiones que pueden impedir tener una conversación neutral que pueda ayudar a solucionar el conflicto sobre el cual se está dialogando.

Es muy común escuchar que las palabras se las lleva el viento, pero las acciones se quedan tatuadas en muchas ocasiones aun en el alma. Si no cuidamos nuestra forma de hablar, actuar o pensar cuando interactuamos con las personas que amamos podemos ocasionar heridas que permanecen abiertas como carne viva abrazada por el calor del fuego o martirizada por la sal de la amargura que corroe el corazón de quien ha sido victimizado consciente o inconscientemente por nosotros mismos, que somos las personas a quienes ellos también aman.
Hay ocasiones en que amar duele… Duele en el alma. Ese dolor se siente en el corazón y provoca dolor físicamente en el cuerpo. Duelen cada una de las partes internas de los órganos que nos hacen sensibles a las emociones. Duele tanto que al expresarlo con llanto, nuestras lagrimas se vuelven amargas. Especialmente cuando no somos auténticos para dar o recibir AMOR.
Ana sujetaba fuertemente el lápiz, mientras la hoja de su examen caía al suelo, le faltaban dos preguntas por responder, pero no podía evitar retorcerse de dolor. Su vientre se había endurecido sintiendo como si un calambre recorriera la parte baja de sus caderas, presionando su espalda, provocando un aumentando en la intensidad del dolor que estaba experimentado y que la fue envolviendo de forma terrible e inexplicable. Sintiendo que sus huesos se partían en su interior dejo escapar un grito resonante que paralizo la actividad total dentro del salón de clases.
Con paso lento y sin saber hacia dónde ir, Eduardo caminaba con la tristeza aprisionada dentro de su pecho. Sus pensamientos no coordinaban sus pasos ya que el sabía que no podía pedirle ayuda a ninguno de sus amigos. Sin embargo, su cerebro instintivamente comenzó a guiarlo hacia la casa de Susana. El camino era largo y las sombras de la noche comenzaron a aparecer por todos lados. Eduardo camino por cuatro horas hasta que sin darse cuenta estaba parado frente a la puerta de la casa de Susana. Quería tocar y pedir que le permitieran entrar, pero no se atrevió a hacerlo. Eduardo tenía miedo al rechazo por parte de Susana. También se sentía avergonzado por no tener nada que ofrecer. Sintiendo pena por si mismo, se dejó abatir por el sentimiento de impotencia que había arrastrado entre sus pies, desde que salió de la casa de sus padres como una pesada carga. Sintiendo que no tenía esperanza alguna de obtener la aprobación de sus padres para casarse con Ana, lentamente se fue deslizando sobre su espalda repesado en la puerta hasta quedarse dormido sobre el suelo abrazado a su mochila escolar.
Antes de asistir a Kindergarten yo ya había aprendido a leer, aunque parezca difícil de creer, así fue. Mi madre tenía un negocio donde se vendían toda clase de libros y revistas. Que incluían una gran variedad de temas. Amor, Ficción, Romance, Documentales, Historia, Política, Naturaleza, Ciencia y toda clase de fotonovelas, que me permitían adentrarme en un mundo lleno de fantasía, emoción o conocimiento.
Mucho es lo que se ha escrito acerca de la luna desde que el mundo fue creado, y su belleza sigue inspirando a innumerable cantidad de personas que desarrollan sus talentos. Creando obras maravillosas gracias a la señora Luna. Yo no soy la excepción a su innegable belleza y poder de inspiración, especialmente cuando se trata de hablar de la palabra “AMOR”.
El COVID- 19 es una mentira para algunas personas. Pero para las personas que han sufrido la enfermedad o que han vivido la experiencia de perder a un ser querido “ES UNA REALIDAD” que nos está destruyendo física o emocionalmente. Esta publicación cuenta brevemente una historia de amor interrumpida temporalmente por la cuarentena, después por la enfermedad, hasta convertirse en una separación permanente de la persona amada.
Anoche me desperté llorando, porque soñé que tú te alejabas de mi y aunque parezca mentira; mientras dormía, como Julieta gritaba “Romeo, Romeo, donde estas que no te veo” ¡No te rías de mí! Porque fue una terrible pesadilla, pensar que te perdía.