Se que no he estado escribiendo con frecuencia y para los que me han preguntado, ¿Por qué? Quiero decirles que he estado trabajando en la edición de mi libro “El Aguanima de Peten” y al mismo tiempo en el proceso de conversión de “El rey de la granja” en libro. Muy pronto ambos libros serán publicados. Pero aquí les comparto esta publicación que escribí una noche cuando soñé que mi cuñado y su pequeña hija se reencontraban después de mucho tiempo de estar separados.
Ignoro cuanto tiempo he permanecido dormido, sin recuerdos ni pensamientos.
Y en este momento, que abro mis ojos ¡Todo parece diferente!
Me siento tranquilo… ¡A pesar de que una gruesa nube envuelve mis sentidos!
Me pongo de pie y camino descalzo sobre un suelo ligero, que parece elaborado con soplidos del viento.
Hay mucho espacio a mi alrededor y me siento perdido en una densa neblina que enfría mi cuerpo.
Una sensación de no tener principio ni fin enternece mi alma, mientras veo imágenes del pasado correr a mi lado.
Extendiendo mis brazos intento tocarlas. Pero, como burbujas de jabón explotan en mi cerebro al roce de mis dedos.
Es extraño, pero siento como late mi corazón, aunque no puedo ver mi cuerpo. Sin embargo, las emociones latentes de ternura, amor, dolor, felicidad y tristeza se entrelazan como tela de araña que aprisiona mi vida entera.
Mi razonamiento lógico grita en mi interior. Mientras mi consciente realidad se expresa frente a mis ojos mostrándome la verdad ¡Asiéndome sufrir! Por la separación de los que se quedan, VIENDOME PARTIR.
Por momentos veo hacia atrás y observo que tienen la mirada perdida, el corazón destrozado y con palabras amargas en sus labios me dicen adiós, mientras derraman lágrimas de amor.
Quisiera gritarles ¡Nunca me olviden! Y confirmarles que yo viviré por siempre, porque el amor es ETERNO y por eso la esencia misma de cada ser amado nunca muere. Pero sin proponérmelo sigo mi camino, sin detenerme ¡Acercándome a mi destino!
Una luz brillante mas intensa que los rayos del sol disipa mi confusión y el temor a no poder regresar jamás, desaparece cuando a la distancia escucho tu voz.
¡Bienvenido! Te hemos extrañado. Y de pronto te veo correr hacia mi con los brazos abiertos, con la sonrisa plasmada en tu rostro lleno de paz y alegría, mientras me abrazas diciendo, “Ahora es tiempo de que disfrutes de mi compañía”.
Mi tristeza se disipa… Al ver tu rostro de niña, eras tan pequeña cuando partiste de mi lado, que no pude disfrutar mucho tiempo de tu presencia, y mi corazón rebosa de gozo al tenerte otra vez junto a mí, ¡Hija mía, mi Maria!
Yo que pensaba que te había perdido para siempre, viéndote junto a mi comprendo que al morir simplemente comenzamos a vivir de una forma diferente. Comprendo que los que se quedan sufrirán porque ya no podrán verme ¡Pero para mí! Es tiempo de disfrutar otra vez de los que partieron antes que yo.
Qué difícil es separarse de los seres que amamos, pero que gozo tan intenso cuando nos reencontramos. Juntos tu y yo ¡Maria! Enviaremos mensajes en el roció de la mañana, que como suaves caricias llegaran y besaran el rostro de aquellos a quienes amamos.
Si, juntos esperaremos por todos ellos y cuando nuestra familia se vuelva a reunir, será sin tristezas, ni dolor, disfrutando del REENCUENTRO unidos en un abrazo que será, ETERNO.
Precioso!— Un placer leerte.
Salu3,-Marina
LikeLike