UNA SONRISA EN EL CIELO.

Perder a un ser querido por culpa del cáncer es muy doloroso y a veces mucho mas difisil es seguir viviendo los primeros días después de su partida.

Lentamente se han cerrado tus ojos, cuan apacible es ahora la expresión de tu rostro y que silenciosos están los latidos de tu corazón; quisiera poder transmitir mi calor dentro de tu cuerpo y escucharte sonreír, mientras sujetas mi mano y me dices ¡Te quiero!

Cuantas memorias tatuadas en mi alma, que me hacen sentir dolor y me debilitan; llenando de tristeza mi corazón.  Pero la seguridad de que algún día volverás a estar a mi lado me da la fortaleza que necesito para seguir viviendo cada día.   Y mientras lágrimas ruedan por mis mejillas recuerdo tu valiosa y amorosa sonrisa para sentir un poco de alegría.

Y aunque ahora todo sea oscuridad a mi alrededor, siento paz porque ya no sufres, mi amor.  ¡Quisiera sonreír!  Pero no puedo.  Ya que, al levantar la vista hacia el cielo, solo nubes negras encuentro. Tal vez mis ojos no vean la claridad, porque los empañan tus recuerdos.

¡Sin embargo!  Yo miraré y enfrentare con valentía esas nubes negras.  ¡Y buscare!  A través de ellas, la felicidad eterna; enfrentando desafíos hasta encontrar otra vez; tu sonrisa en el cielo.