NO SOY FELIZ.

IMAGEN-01Durante el mes de septiembre no he realizado publicaciones semanales con la frecuencia que acostumbro a hacerlo, debido a que he estado visitando a diferentes personas que me lo han solicitado por la necesidad que tienen de ser escuchadas y expresar sus sentimientos sin temor a ser juzgadas o criticadas.

Lo cual no ha sido económicamente productivo, ya que cuando converso con las personas de forma individual, es como si estuviera conversando con un amigo o una amiga a quien no le voy a cobrar por la necesidad que tiene de ser escuchado e invierto el tiempo que debería estar utilizando para fabricar piñatas, escribir o realizar actividades en casa.  Hacer esto es muy diferente a organizar mini- conferencias donde las personas deben comprar un boleto para participar en el evento.

IMAGEN-02Sin embargo, la felicidad que siento cuando veo a las personas liberarse de pesadas cargas emocionales que no les permiten pensar, sentir o actuar con claridad de mente y paz en el corazón es mucho más satisfactoria que cualquier compensación económica que haya dejado de recibir.

Aunque debo decirles que no me parece prudente conversar persona a persona, porque he tenido experiencias donde algunas personas han desarrollado dependencia a escucharme con frecuencia, al grado de pensar que soy como un oráculo al que deben consultar antes de actuar, decidir o solucionar sus problemas personales.  Durante el mes de septiembre fui flexible al aceptar conversar con las personas de forma individual ya que desde el inicio de la pandemia no he vuelto a realizar ninguna charla de forma grupal. 

Durante este periodo de tiempo que he conversado con varias personas encontré aspectos similares entre todas ellas como:  insatisfacción, depresión, estrés, tristeza o dolor.  Algunas personas culpan a Dios, otras personas culpan al destino o la mala suerte, otras personas culpan a sus familiares o amigos y muy pocas personas reconocen que han tomado decisiones equivocadas o actuado erróneamente obteniendo resultados inesperados que les han ocasionado experimentar sentimientos opuestos a los esperados.

IMAGEN-03El factor emocional común entre todas ellas fue; “No soy feliz”.  Encontrar la razón de la infelicidad de un corazón que late fervientemente, buscando ser feliz, es como querer encontrar una perla en la inmensidad del mar desconociendo la ruta que hay que seguir para poder encontrar a la ostra que la aprisiona adentro de su propia concha. 

Claro está que cada individuo es un mundo totalmente diferente a todos los demás.  Tan único y diferente como los sucesos de su propia concepción humana.  Por lo cual jamás se debe pensar que lo que hace feliz a un individuo puede hacer feliz a una multitud.  La alegría es contagiosa y se puede compartir con todas las personas que nos rodean en un determinado momento, pero la efímera felicidad o el gozo verdadero es individual.  Y se obtiene de forma peculiar o particularmente diferente en cada individuo según los anhelos de su propio corazón.

DUDA-10Entonces para poder descubrir los motivos que nos impiden ser felices, primero hay que aprender a definir lo que sentimos.  Ya que al separar las diferentes emociones o sentimientos que tenemos entrelazados en el corazón se nos facilita encontrar la causa de la creciente infelicidad que provoca insatisfacción, tristeza o dolor.

En muchas ocasiones la felicidad se puede encontrar haciendo actividades al aire libre de forma simple como caminar o correr por las calles del vecindario o en armonía con la naturaleza en un parque.  También efectuando tareas livianas en casa o como servicio al ayudar a nuestros amigos o vecinos.

La felicidad es algo que se lleva adentro del corazón y que se extiende a nuestro sistema interior a través del autodominio temperamental o físico.  Y se puede conservar a través de la práctica constante del agradecimiento.  La búsqueda del engrandecimiento profesional.  La perspectiva de tener metas medibles y reales.  La satisfacción de hacer lo que nos gusta por voluntad propia.  Cuidar y mantener una conciencia apacible.  Aprender a conocernos a nosotros mismos, aceptando, reconociendo nuestros errores o defectos y debilidades de carácter.

KING-07Por otro lado, sentirse feliz no es lo mismo que ser feliz, sentirse feliz es un estado de ánimo pasajero, pero ser feliz es estar satisfecho con todo lo que hacemos, tenemos o aspiramos, esforzándonos por vivir de acuerdo con los dictados de nuestro propio corazón o preceptos morales, aprendiendo a discernir entre el bien y el mal para no sufrir de cargos de conciencia que solo nos oprimen y crean infelicidad.

El ser feliz implica responsabilidad individual, al permitir que la perla que brilla dentro de nuestra propia concha resplandezca hacia afuera y no se opaque en el interior de un cuerpo frio sin expresiones ni afectos.  Cuando Jehová creo al hombre, lo creo para que tuviera gozo y fuera feliz todos los días de su vida, dándole todas las herramientas necesarias para que aprendiera a desarrollar esa felicidad por elección propia.

ROY-08La mayoría de las veces la felicidad se encuentra por convicción, decisión o elección, no por factores externos, así que para ser feliz a veces hay que llorar con una sonrisa en los labios, amar con espinas en el corazón o caminar con piedras en los zapatos.  Aunque parezca paradójico ya que somos nosotros mismos los únicos que podemos cambiar esos factores, así como transformar la frase “NO SOY FELIZ” a “SOY FELIZ” eliminando el “NO” en todas las circunstancias de nuestra vida. 

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