La biblia no menciona que edad tenía Jose cuando se casó con Maria. Tampoco cuando nació Jesus. Ni siquiera menciona la edad que tenía cuando murió. De hecho, se escribió muy poco de Jose a pesar de que su presencia como esposo, cabeza de familia y padre putativo de Jesucristo fue trascendental en los planes de Dios.
Hay muchos libros que asumen diferentes escenarios referentes a la vida de Jose, pero ninguno contiene la verdadera historia de su vida. Sin embargo, sabemos que era descendiente del rey David y que un mensajero celestial lo visito en sueños, diciéndole que no tuviera miedo de casarse con Maria. Y Jose ACEPTO ser el esposo de Maria y padre terrenal de Jesucristo, de allí podemos denotar el carácter humilde y la benignidad de sus sentimientos.
Jose no paso a ser conocido en la historia como el padre adoptivo de Jesucristo, sino como el ESPOSO de Maria, la madre de Dios. Lo cual podríamos decir es un título poco atractivo para un hombre con linaje real, justo, trabajador, valiente, que supo ser un verdadero padre para su hijo. Porque es lógico pensar que Jesus en su niñez le debe haber amado como a su verdadero padre. Indiferentemente de que al pasar el tiempo su mente espiritual se haya despertado al conocimiento de saber que era hijo de Dios.
En medio de su pobreza Jose proveyó todo lo necesario para que Jesus naciera en el mejor lugar disponible y es factible discernir que sufrió junto a Maria el momento del parto. A pesar de tener un oficio y una posición estable en su tierra; Jose anduvo errante como fugitivo, dispuesto a vivir en tierras extrañas para proteger la vida de su hijo. A sabiendas de que Jesus era el hijo de Dios, lo más probable es que Jose haya desbordado sus sentimientos paternales al grado de amarle como si fuera su propio hijo. Jesucristo es conocido por su oficio de carpintero, el cual debe haber aprendido directamente de Jose… Su padre terrenal.
Algunas veces he pensado que si Jose no se hubiera muerto y hubiera estado presente en los días del martirio de Jesucristo tal como María lo hizo; el dial del padre se celebraría con la misma igualdad que se celebra el día de la madre. Porque seguramente se hubiera escrito las muchas ocasiones que Jose había intentado defender a su hijo, o quizá Jose hubiera muerto al mismo tiempo que Jesus procurando salvarle la vida. Y quizá, esa fue una de las razones por las que Jose no estuve presente para apoyar a Jesus durante su ministerio.
Así que, podemos ver que son muchas las ocasiones en que las diversas funciones y aportaciones de los padres en el núcleo familiar o social pasan desapercibidas. Sin embargo, son muchos los hombres que se conforman con vivir en el anonimato del reconocimiento de su trascendental labor como PADRES. Sintiéndose satisfechos consigo mismos al saber que son buenos proveedores de sus hogares.
El paradigma de que “LOS HOMBRES NO LLORAN” ya quedo en el pasado. Especialmente cuando las esposas aseguran que los hombres jóvenes o adultos lloran más que los niños. Lo cual ha permitido que la imagen del hombre rudo, machista e intransigente haya cambiado a una nueva imagen como papá tierno, cariñoso, protector, juguetón que se toma el tiempo necesario para cuidar y disfrutar de su familia. Aceptando que el papá superhéroe, se lastima, le salen cayos en las manos, le duelen los pies, sufre de insolación y que no es indestructible porque también “MUERE”.
Por otro lado, es de hacer notar que el mercadeo popular de las tiendas se ha esforzado mucho por lograr la igualdad entre la celebración del día de la madre y el día del padre. Pero a pesar de todos sus esfuerzos la diferencia sigue siendo muy notoria cada vez que hacen inventario de las ventas efectuadas durante esos días. La posible causa, podría ser que a los padres realmente no les interesa obtener regalos físicos, AUQUE SE SIENTE BONITO RECIBIRLOS. Porque están más interesados en recibir respeto, amor, obediencia y apoyo constante de su esposa o hijos. Mientras se desenvuelven en su papel como cabezas de familias o patriarcas de sus hogares. Sin importar que estén viviendo en el anonimato de no ser cien por ciento reconocidos como PADRES, pero con la satisfacción de saber que entregan lo mejor de sí mismos en todo lo que hacen,
FELIZ DIA DEL PADRE…
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