En esta época tan especial es bueno conocer un poco de historia para llegar a conocer el verdadero significado de la Navidad.
La navidad es una celebración que según explican historiadores, tiene su origen como consecuencia de muchas fiestas paganas, que se solían celebrar para honrar dioses mitológicos o conmemoración de hechos crueles o sangrientos. Además, la historia asegura que antiguamente en los templos erigidos para la adoración a Dios, existía mucho libertinaje eclesiástico. Que nada tiene que ver con el nacimiento de Jesucristo; pues según varios científicos que estudiaron los acontecimientos terrenales y relatos bíblicos, han determinado que el nacimiento de Jesucristo ocurrió entre los meses de abril o mayo. Y que la Navidad fue una fiesta instituida por la iglesia romana, que eligió el 25 de diciembre para conmemorar el nacimiento de Jesucristo. Alejando así, a todos los creyentes de las fiestas paganas y motivándolos a celebrar un acontecimiento trascendental como lo es el NACIMIENTO DE JESUCRISTO, uniéndolos en una sola celebración llamada, NAVIDAD.
No todas las personas celebran la Navidad; a pesar de que es una fiesta casi reconocida mundialmente. Porque rechazan sus orígenes paganos, severamente censurados y rechazados por la historia y algunas interpretaciones de pasajes bíblicos. Pero si vemos el objetivo de la iglesia y gobierno romano en la antigüedad, al instituir el 25 de diciembre como el día de la celebración del nacimiento de Jesucristo, con el objetivo de alejar a todas las personas de las practicas paganas y acercarlas más a Dios (y no como una medida de controlar la libertad de religión) podemos decir que la navidad dejo de ser una celebración idolatra y renace como un incentivo motivacional para acercarnos a Dios, a través del servicio a nuestros semejantes. Ya que cambia totalmente su contexto de adoración pagana por un nuevo
sentimiento de amor al necesitado. Porque a través de los tiempos, la navidad ha venido a despertar las emociones a veces adormecidas en el corazón de los hombres, a través de generar un espíritu de generosidad para dar y ayudar a los necesitados. Y si bien es cierto que pobres y necesitados que sufren diferentes dolencias, existen todos los días del año; también es cierto que el espíritu de la navidad nos recuerda como ser más humanos y nos motiva a salir para ayudar a mitigar el dolor y carencias en las personas de una forma mas contundente, aunque sea solo durante un mes al año.
Y Sin prejuzgar a las personas por sus creencias, costumbres o actitudes referentes a la celebración de la Navidad, deberíamos de tomar este tiempo para dedicarlo al servicio de los demás en la medida que nuestras posibilidades lo permitan. Regalando a nuestros amigos, vecinos, familiares y personas en general: una sonrisa, un saludo amable o un maravilloso GRACIAS cuando seamos nosotros mismos los beneficiados con el espíritu de generosidad que el mes de diciembre trae consigo.
Actualmente, el mes de diciembre junto con la navidad traen largas colas en los supermercados, jugueterías, almacenes de ropa y un deseo algunas veces desmedido por adquirir lo mejor o más costoso para regalar. Actuar de esa manera “NO ES MALO” Porque cada uno es libre de gastar su tiempo y dinero de la forma que mas le agrade o convenga. Pero, dejando por un lado todo el stress que genera la búsqueda del mejor regalo para dar a las personas amadas; también deberíamos tomar de
nuestro tiempo unos minutos y agregar a la lista de regalos, un poco de caridad, amor, honestidad, humildad, compasión o servicio CON UN TOQUE DE FELICIDAD; para ofrendar a nuestro projimo un momento de alegría. Así, como resultado de estas acciones, podríamos abarrotar nuestros corazones con ese espíritu de amor generoso, que nos invita a recordar que todos somos hijos de Dios y que por esa razón; tenemos la capacidad de: ILUMINAR EL MUNDO.
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