El tiempo no perdona, ya que implacablemente la tierra sigue girando sobre su eje cada día, mientras avanza en su imparable movimiento alrededor del sol. Los segundos se combinan hasta ser minutos. Los minutos se entrelazan uno detrás del otro hasta convertirse en horas. Las horas juguetean entre el día y la noche formando semanas que, plasmadas en el calendario de la vida, se convierten en meses hasta diluirse entre las agujas del reloj año tras año.
COLORES DE OTOÑO EN PRIMAVERA (PARTE IX)
La oscuridad, el silencio y la inconciencia habitaban el cerebro de Susana hasta que lentamente sus ojos se fueron abriendo. Pulsaciones estridentes golpeaban sus sentidos, mientras despertaba a la dolorosa e inesperada realidad de saber que Ana había fallecido. La noticia fue tan impactante que Susana se desmayó en el mismo instante que vio el cuerpo de Ana a través de la ventana de la habitación donde estaba en la clínica. Los latidos de su corazón se podían escuchar a un metro de distancia por la fuerza con que golpeaban su pecho. Las lágrimas de sus ojos brotaban incontenibles. Y Una pregunta flotaba sobre su nebulosa mente, ¿Cuántas veces puede el corazón de una madre sufrir la pérdida de un hijo antes de quebrarse definitivamente?…
SUFRIENDO EN SILENCIO

Hay ocasiones en que es mejor quedarse callado… EN SILENCIO, para no decir nada que pueda desatar una batalla interminable de palabras o herir sentimientos. Pero hay otras ocasiones en que quedarse callado sin decir nada, genera un sufrimiento silencioso que nos destruye por dentro y poco a poco nos mata el Alma.
