HAPPY BOY (Parte V)

women having a conversation at the party

Las chicas del Happy Boy esperaron a que se fueran las mujeres que agredieron a La Americana para ayudarle.  La levantaron del suelo, la cubrieron con un mantel que agarraron de una mesa y le ayudaron a entrar a una habitación para que se bañara.  Después de ese incidente, La Americana jamás volvió al Happy Boy.  El hombre que había bailado con La Americana tampoco regreso y en el pueblo se esparció el rumor de que su esposa le había pegado dejándolo con un ojo morado.  Desde entonces cuando un hombre se niega a ir a una fiesta con sus amigos, se popularizó decir, “No vas a fiestas porque te pega tu mujer.  Y si te vas sin pedirle permiso, al regresar a tu casa te pone el ojo morado.” 

Brisa no estaba contenta con la decisión que la Muñeca había tomado de convertirse en la mujer en turno de Pablo.  Y cada vez que podía le recordaba a la Muñeca que habían cruzado la frontera para hacer dinero, no para perder el tiempo.  Sin embargo, la Muñeca no escuchaba los consejos de su amiga.  En una ocasión Dina le dijo a la Muñeca que debería aprovechar al máximo su juventud y belleza, porque con el tiempo todo se termina.  También le dijo que si hacia bien su trabajo de limpieza, podría disfrutar de todos los jovencitos que llegaban al Happy Boy para perder su virginidad.  Pero la Muñeca le respondió que prefería seguir con Pablo porque después tendría tiempo de sobra para realizar su trabajo de limpieza.

      

man in beige crew neck shirt covering his face

         En Jutiapa era muy común que los padres de familia que tenían hijos varones pensaran que cuando a un jovencito le brotaba acné en la cara, era tiempo de que “Probara Mujer”.  Así el jovencito se convertía en un verdadero hombre y llenaba de orgullo el corazón de su padre que presumía entre todos sus amigos lo ocurrido.  

                En el Happy Boy había chicas que desarrollaban funciones específicas, como en el caso de La Niñera, que era una joven de pelo castaño claro, piel blanca, ojos color café claro y poseedora de una fama inquebrantable de convertir jovencitos en hombres.  Eran muchos los padres que pagaban por sus servicios, sin importar que sus hijos tuvieran que hacer cola afuera de su habitación para obtener los beneficios de la experimentada Niñera.  Aunque algunas de sus compañeras en el trabajo de limpieza la apodaban “La come vírgenes”.

                Gracias al desfile que realizaban las chicas cada miércoles por las calles de Jutiapa, cada vez que asistían al centro de salud para recibir la renovación de su carnet de “SANIDAD” que les permitía trabajar sin problemas.  El Happy Boy crecía en popularidad entre los hombres del pueblo que ya tenían edad suficiente para descubrir los misterios del placer humano.

        

man on gray shirt portrait

       Néstor era un adolescente de 14 años que era huérfano de padre.  Vivía con su madre y hermanos.  Trabajaba por las tardes al salir de la escuela como aprendiz de enderezado y pintura de carros en el taller del papá de un amigo de la escuela.  Ganaba muy poco, pero estaba ahorrando para poder realizar una visita al Happy Boy.  Y cada miércoles mientras observaba a las chicas caminar frente al taller, se emocionaba pensando que muy pronto podría reunir el dinero suficiente para cumplir su secreto deseo.

                Oscar y Adán eran amigos de Néstor que también trabajaban en el mismo taller al salir de la escuela.  El hermano mayor de Oscar tenía 20 años y le había prometido llevarlo al Happy Boy a escondidas de sus padres porque eran cristianos.  Oscar le conto a Néstor y Adán que su hermano lo llevaría con la niñera del Happy Boy el fin de semana y les invito a ir con ellos.  Con mucho entusiasmo Adán respondió, “Mi padre se sentirá feliz cuando le diga que quiero ir al Happy Boy y estoy seguro de que el vendrá con nosotros.” Pero Néstor respondió con desanimo, “Yo también quiero ir, pero el dinero no me alcanza para poder visitar a la Niñera.”

  young man posing outdoors in evening

             Entonces Oscar le dijo a Néstor, “Mi hermano te puede prestar el dinero que te falta.  Mi hermano trabaja todos los días y tiene mucho dinero.  Yo le pediré que te preste el dinero, así iremos los tres el mismo día con la Niñera del Happy Boy.”

                Cuando se es joven y se tiene ímpetu por experimentar cosas nuevas el tiempo pasa rápidamente.  El sábado al anochecer los tres jovencitos fueron al Happy Boy acompañados por el hermano de Oscar y el papá de Adán.  Los tres estaban nerviosos, se habían bañado y vestido con su mejor ropa interior. 

                El hermano de Oscar fue en busca de la Niñera.  Cuando regreso a donde lo estaban esperando los jovencitos dijo, “Tengo malas noticias.  La Niñera dijo que solo tenía disponibilidad para dos jovencitos más esta noche.  Me recomendó a su amiga Vicky para uno de ustedes.  Así que vamos a sortear quien se va con Vicky.  Aquí tengo tres bolitas de papel una de ellas tiene escrito Vicky. Tomen una bolita cada uno y veamos quien es el suertudo esta noche.”

          

four men sitting on platform

  Los tres jovencitos abrieron las bolitas de papel al mismo tiempo y el nombre de Vicky le toco a Néstor.  Oscar y Adán comenzaron a reír mientras Néstor se desanimaba.  El papá de Adán le dijo que no se preocupara porque después de su primera vez, seguro que regresaría muchas veces más al Happy Boy.   La Niñera llego en ese momento y Oscar se fue con ella.

                Iris llego también a la mesa donde estaban ellos reunidos y dijo, “Vicky me mando a buscar al que sigue de ustedes.” Entonces Néstor se puso de pie y se fue con ella.  Con cada paso que daba el corazón de Néstor se aceleraba un poco más.  Iris noto que Néstor estaba nervioso y agarrándole una mano lo llevo hasta la puerta de la habitación de Vicky.   Allí le dijo, “Cuando entres a la habitación tienes que quitarte toda la ropa y acostarte en la cama. Vicky estaba con otro cliente.  Pero tan pronto termine de bañarse viene aquí contigo.”

             

young men in white t shirts standing back to back

  Cuando Néstor entro a la habitación comenzó a desvestirse sintiendo vergüenza de estar totalmente desnudo, pero se acostó en la cama.  La habitación estaba tenuemente iluminada por una lamparita de noche.  Cuando Vicky entro y se quitó la bata que llevaba puesta, Néstor sintió que le temblaban las piernas.  Con suavidad Vicky se acostó junto a él, diciéndole con voz melodiosa, “Tranquilo, yo sé que es tu primera vez.  Seré paciente y te ayudare a despertar al campeón que llevas contigo.”

                Cuando Néstor regreso a la mesa donde estaban sus amigos, llevaba una enorme sonrisa en el rostro.  Oscar y Adán no paraban de hablar de lo que habían hecho.  Al día siguiente Oscar tubo que confesarles a sus padres lo que había hecho a petición de su hermano mayor porque se había contagiado de ladillas y necesitaba que lo llevaran al médico.

             

silhouette group of people standing on grass field

  En ese tiempo se rumoro que en la escuela secundaria del pueblo hubo epidemia de ladillas entre los hombres jóvenes que, a pesar de las consecuencias, mantenían una sonrisa en el rostro y la satisfacción de haberse convertido en hombres.

CONTINUARA…  

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