Dos meses han pasado desde que compartí lo que fue mi más reciente publicación. Mi computadora, el teclado y el escritorio están cubiertos de polvo. Parece mentira, pero cada vez que toco el teclado, el polvo se adhiere a mis dedos. Dejando huellas semi-empañadas por la densidad de los sentimientos adormecidos entre recuerdos y lágrimas, que despiertan suavemente de sueños casi olvidados en el tiempo.
AÑORANZA
El COVID- 19 es una mentira para algunas personas. Pero para las personas que han sufrido la enfermedad o que han vivido la experiencia de perder a un ser querido “ES UNA REALIDAD” que nos está destruyendo física o emocionalmente. Esta publicación cuenta brevemente una historia de amor interrumpida temporalmente por la cuarentena, después por la enfermedad, hasta convertirse en una separación permanente de la persona amada.
DESPEDIDA
Hay diferentes formas de despedirnos según las circunstancias, el tiempo que estaremos separados, el lugar donde estemos en el momento de la despedida. Si nos despedimos de un familiar, un amigo o algún conocido, también puede ser una despedida formal o informal, como, por ejemplo: Adiós, Hasta Pronto, Hasta Mañana, Que Te Vaya Bien, Hasta La Próxima. Y todas las formas de despedida causan un grado de dolor, pero solo hay una forma de despedir a un ser querido cuando físicamente se va para siempre de nuestro lado. Que además de ser dolorosa, lleva implícita fe, amor y la esperanza plasmada en cada una de sus letras cuando nos despedimos repitiendo:
¡Hasta volver a vernos con el Rey!…
